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En ocasiones, las cerraduras del hogar pueden sufrir desgaste natural y además, factores como el polvo y la humedad pueden hacer que la cerradura no funcione como debe de hacerlo. Aquí te mostramos cómo puedes dejar la cerradura en estado óptimo.
El mecanismo que utilizan las cerraduras a pesar de ser complejo, debe contar con altos grados de seguridad de acuerdo al área que se deseé asegurar. Puertas de baño no deberían llevar llave por temas de seguridad mientras que las puertas de exterior deben tener un alto grado de seguridad para evitar aperturas no deseadas.
Sea para el interior o exterior, te recomendamos las cerraduras Phillips, ya que cuentan con una garantía de hasta 20 años
En primer lugar es posible que las cerraduras, si son nuevas, pueda deberse a una instalación no adecuada. Si la instalación es reciente identifica cuál problema presentas:
Cuando la instalación de una cerradura es muy apretada, los mecanismos internos no tienen suficiente espacio para funcionar de forma correcta. Intente con cuidado revisar la instalación para asegurarse que ningún componente se encuentre apretado más de lo debido o barrido.
Es posible que si la instalación se hizo de forma opuesta al punto anterior, se sienta floja la entrada de la llave o la misma perilla no se sienta en su lugar. Este problema suele ser solucionado muy fácilmente apretando los tornillos tanto de sujeción como los del mecanismo.
Si la llave ya tiene tiempo instalada y comienzan los problemas, es importante notar que las causas más comunes suelen ser el mismo desgaste natural de los mecanismos, impurezas en el ambiente como humedad, polvo y otros factores que contribuyen al desgaste. Con el paso del tiempo estos dañarán los mecanismos.
Para resolver esto es importante limpiar la cerradura con aire comprimido y lubricar las partes movibles de la cerradura.
Nunca debe faltar el aflojatodo para lubricar esos espacios que rechinan o presentan desgaste por uso
Una práctica que en ocasiones no es la mejor para la cerradura son cierres abruptos o azotes de puerta. Si estás enojado pueden aliviar el estrés pero son dañinos para los mecanismos más finos de tu cerradura.
Llegado a este momento donde la llave no sale puede deberse a la falta de lubricación o un componente obstruyendo la salida. Para esto es necesario tomar pinzas y con cuidado mover de lado a lado la llave hasta que salga. Lo último que se busca es que la llave se rompa dentro de la cerradura ya que esto requeriría remover por completo la cerradura.
El pestillo, cerraje, como lo indica la imagen, va dentro del marco de la pared y es común que deje de funcionar adecuadamente. Para esto es necesario
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