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¿Alguna vez te ha interesado saber de dónde proviene el cemento? Aquí te damos toda la información para que sepas de dónde proviene este material tan crítico para el sector de la construcción.
Las calizas, arcillas y otras materias primas para la elaboración del cemento se extraen de una cantera. Para derribar y fraccionar las rocas, se realizan perforaciones profundas o barrenos en el terreno, donde se introducen explosivos que generan gran energía y presión, disminuyendo el tamaño de las rocas para trasladarlas a la trituradora.
Las rocas se depositan en la trituradora, un equipo que reduce el tamaño del material hasta un diámetro aproximado de 1 pulgada. Después se envían al patio de pre-homogeneización, donde se reducen variaciones de composición química de las materias primas para asegurar que el producto final tenga la calidad adecuada.
El siguiente paso es llevar los materiales mezclados a los molinos, donde se transforman en un polvo finísimo que llamamos crudo. Este material se deposita en grandes cilindros de concreto (llamados silos) de homogeneización y almacenamiento, en los que permanece hasta que va a ser calcinado.
El crudo se alimenta en la parte superior del precalentador, una estructura vertical de gran altura en cuyo interior circulan gases provenientes de la combustión del horno. Ahí se secan por completo los materiales e incrementan su temperatura hasta los 850 °C antes de entrar al horno. El horno es un cilindro de acero forrado en su interior con ladrillo refractario, donde el crudo se calienta hasta 1450 °C y se vuelve líquido, reacciona y se forman compuestos químicos con propiedades cementantes. A este producto se le llama clinker.
La molienda de cemento es muy similar a la del crudo. El molino es alimentado con el clinker y otros aditivos minerales, como yeso, escoria, ceniza, caliza y puzolanas, los cuales brindan características específicas al producto final, tales como alargar su tiempo de fraguado o mejorar su manejabilidad.
Una vez que el cemento sale como producto final del molino, lo almacenamos en silos para despacharlo en dos formas: a granel o sacos. Para la primera, el cemento se coloca en tolvas de ferrocarril o en pipas para llevarlo a centros de distribución, plantas concreteras, etc. En el caso de los sacos, se utilizan envasadoras rotatorias que los llenan con 50 Kg de cemento y se estiban de forma manual o automatizada para entregarlos a los clientes.
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